Vivir en la Matrix

Comunicación, medios y tecnología

Teoría y otras yerbas

La Ecología de los Medios, una (nueva) vieja teoría

Los usos de internet, desde su creación hasta nuestros días, han evolucionado de forma constante. Primero más lento, y luego de forma vertiginosa, como lo vemos hoy. A lo largo de todo este proceso, muchos teóricos de la comunicación nos ayudaron a comprender mejor el fenómeno, analizándolo prácticamente en tiempo real. Uno de los más importantes para entender el comportamiento de las nuevas tecnologías, aún hoy, es Marshall McLuhan, quien en la década del ‘60 introdujo el concepto de Ecología de los Medios.

Si bien muchos autores indican con tino que este canadiense no fue el autor “en exclusiva” del término, puesto que formaba parte de una escuela que venía trabajando en la misma línea que él, fue quien mayor tiempo dedicó a su estudio, generando una importante bibliografía al respecto.

El concepto parte de una doble metáfora, tal como la interpreta Carlos Scolari: ve a los medios como ambientes y, a su vez, como especies

Neil Postman, uno de los padres fundadores de la Ecología de los Medios.
Neil Postman, uno de los padres fundadores de la Ecología de los Medios.

Los medios como ambientes

En este primer caso, Scolari señala que los medios crean ambientes en los que se desenvuelven personas. Según Neil Postman, otro de los “padres fundadores” de la teoría, “la palabra ecología implica el estudio de los ambientes: su estructura, contenido e impacto sobre la gente”. McLuhan, por su parte, sostiene que los efectos de la tecnología “no se producen a nivel de las opiniones o conceptos, sino que alteran los ratios del sentido y los patrones de percepción de manera constante y sin ningún tipo de resistencia”. En definitiva, tal como lo plantea Scolari, “esta interpretación los medios crean un ambiente que rodea al sujeto y modela su percepción y cognición” .

Los medios como especies

En el segundo aspecto de la metáfora de la Ecología de los medios, éstos son vistos como especies. “Los medios interactúan entre sí. La radio cambió la forma de las noticias tanto como alteró la imagen en las películas sonoras. La televisión causó cambios drásticos en la programación de la radio”. Detengámonos un segundo en esta frase: ¿qué significa? En primer lugar, da cuenta de la “convivencia” de las diferentes “especies” mediáticas en un “ambiente” en particular. Esta convivencia produce cambios en las especies, que comienzan a adaptarse a sus vecinos. “Ningún medio adquiere su significado o existencia solo, sino exclusivamente en interacción constante con otros medios”, agrega McLuhan.

En esta metáfora entra también la idea de la “supervivencia”: ¿la irrupción de un nuevo medio marca la muerte del anterior? “¡De ninguna manera!”, dirán los autores de esta escuela. Los medios no surgen por generación espontánea ni los nuevos medios “matan” a los anteriores.

Como las especies, el surgimiento de un medio nuevo no destruye al anterior, sino que éste “evoluciona”, se readapta para poder acomodarse a la nueva realidad mediática. Por otro lado, el nuevo medio surge por las posibilidades tecnológicas y sociales que abrió su “antepasado”. Así ocurre en la naturaleza con la mayoría de las especies de animales: se adaptan o mueren. Esta evolución en el plano mediático es conocida coloquialmente como “mediamorfosis”.

Marshall McLuhan, uno de los "padres fundadores" de la Ecología de los medios, un "rockstar" de la comunicación.
McLuhan, un “rockstar” de la comunicación.

La tétrada

En el libro “Laws of Media” (1988) Marshall McLuhan y su hijo Eric proponen evaluar un nuevo medio y su irrupción en el ambiente a partir de cuatro leyes (conocidas como la “tétrada”) que pueden ser resumidas en cuatro preguntas: ¿Qué extiende un medio? ¿Qué vuelve obsoleto? ¿Qué recupera? ¿En qué se revierte?

Para McLuhan y compañía, el ejemplo más potente en esa época era el cambio de la radio a partir de la masificación de la televisión. Hoy podemos ver cómo la televisión se va transformando ante el avance del streaming, o cómo la radio, con casi 100 años, se sigue reinventando y es tan vigente como antes. Su formato hoy lo podemos ver, además, en los podcast, cada vez más populares. Lo mismo ocurre con los diarios en papel, quizás el primer eslabón en la cadena evolutiva de los medios.

Pero pongamos un ejemplo más extremo: ¿existe una relación de continuidad entre la radio y Netflix? ¿Cuál les parece que puede ser? Dejo la pregunta “picando”, y los comentarios abiertos para ver quién se anima a hacer esa relación.

La nueva escuela

En su libro, Scolari reflexiona sobre la importancia de la teoría ecológica en nuestros días. Tras varios años de olvido (sobre todo en el cambio de milenio, cuando todos estaban obnubilados con el boom de internet y parecíamos encaminarnos hacia, parafraseando a Francis Fukuyama, “el fin de los medios”), los grandes cambios ocurridos en las formas de producir y distribuir el conocimiento hicieron necesaria una relectura de estos autores.

La evolución de los medios se aceleró a niveles insospechados: si los efectos de la irrupción de la imprenta tardaron cuatro siglos en llegar a todos los estratos de la sociedad, internet se consolidó en apenas algunas décadas. 

“En un entorno marcado por la consolidación de las redes globales de información, los procesos de convergencia cultural, la emergencia de nuevas especies mediáticas (los new media) y la irrupción de un paradigma de la comunicación muchos-a-muchos que rompe el modelo tradicional del broadcasting, las reflexiones de la ecología de los medios se presentan como una referencia casi indispensable a la hora de comprender estos procesos”, dice Scolari.

Efectivamente: en los últimos años los autores han sido revisitados y su teoría, vuelta a entronizar en los altares de los estudios de la comunicación. 

No obstante, Scolari marca los límites de la escuela ecológica, y alienta a superarlos: “La ecología de los medios parte de un pecado original: tanto McLuhan como Postman fueron lúcidos analistas de la sociedad contemporánea y no menos grandes ensayistas. Sin embargo, no nos han legado un corpus textual altamente formalizado desde el cual continuar la construcción epistemológica de la disciplina”.

Para el autor, existe una falta de sistematicidad que deriva en la carencia de un “diccionario teórico propio”: muchos conceptos fueron tomados prestados por otras disciplinas, lo que lo hace interesante por su transdisciplinariedad, pero a su vez marca la falta de construcción de un campo propio en el cual desenvolverse. Esta es, para el autor catalán, la tarea de la nueva escuela.

Las tecnologías son creaciones sociales

Los medios surgen en contextos socio-culturales concretos, y son producto de los sentidos de aquella época. Es decir que las tecnologías son creaciones sociales.

Más allá de esto, lo que quiero decir al utilizar el concepto de Ecología es que los medios surgen en contextos socio-culturales concretos, y son producto de los sentidos de aquella época. Es decir que las tecnologías son creaciones sociales. Los seres humanos siempre creamos tecnologías: la rueda, la polea, e incluso las primeras armas de caza son tecnologías, en el sentido de que sirven como una “extensión” del cuerpo que nos permiten suplir habilidades que la naturaleza no nos ha otorgado.

Pero quedémonos con la primera idea del párrafo anterior: ¿a qué nos referimos con eso de que los medios son productos de los sentidos de una época determinada? A que, contrariamente a lo que se suele pensar, no son las tecnologías las que moldean el comportamiento de los seres humanos, sino que éstas surgen a partir de necesidades que se van haciendo cada vez más evidentes. Son esos comportamientos los que “empujan” los cambios tecnológicos.

Un ejemplo: el iPhone fue un invento revolucionario en todos los aspectos. Antes de su lanzamiento, seguramente nadie (salvo Steve Jobs y su equipo) haya pensado “necesito tener una computadora del tamaño de un celular”. Pero los usos que ya por entonces se les daba a los teléfonos móviles y la cada vez más grande dependencia a internet y las computadoras, hacía para algunas personas evidente el surgimiento de una herramienta de este tipo. De no haber sido así, los smartphones no hubieran tenido el éxito que hoy tienen.

Las tecnologías son producto de un contexto socio-cultural determinado que les da las condiciones de posibilidad. Éstas, a su vez, producen cambios en los usos y costumbres, y pueden generar, también, grandes transformaciones sociales. Pero lo hacen en tanto y en cuanto logran interpretar las demandas sociales y adelantarse a las “tendencias” de la época, acompañando un proceso que de un modo u otro iba a producirse. Como verán, la pregunta sobre el huevo o la gallina sigue vigente, y no hay un respuesta definitiva al respecto.

Bibliografía recomendada

“Ecología de los Medios. Entornos, evoluciones e interpretaciones”. Introducción. Carlos Scolari.

DEJA UNA RESPUESTA

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *